Una cera suave, similar a una pasta, que se puede utilizar para cuidar y proteger superficies y muebles de madera natural o pintada. La superficie tratada con cera no es resistente a los arañazos y al agua, por lo que no es adecuada para proteger la superficie de muebles expuestos a mayores esfuerzos. Usando un paño de algodón suave y un cepillo de esponja, frote la superficie a tratar en una capa delgada con movimientos circulares. Limpie el exceso de cera con un paño suave. Si lo dejamos secar así, la superficie tendrá un brillo sedoso y un tacto suave. Si continúa frotando la cera después de que se haya secado por completo, la superficie se volverá cada vez más brillante.

125 ml